
México, entre cifras maquilladas y cuerpos
Aunque el gobierno federal presume una reducción del 25.8% en los homicidios dolosos, el centro de análisis México Evalúa lanza una advertencia: la narrativa oficial no solo es imprecisa, sino que oculta una crisis de seguridad aún más compleja y profunda. A través de un análisis riguroso, el organismo reveló que las cifras utilizadas por el gobierno comparan datos incongruentes —septiembre de 2024 contra mayo de 2025— y dejan fuera el contexto completo de la violencia en el país.
Cuando se realiza una comparación metodológicamente válida, enero a mayo de 2024 contra el mismo periodo de 2025, la disminución real en homicidios dolosos es de apenas 13.4%. Pero más allá de este número, hay un dato aún más alarmante: las personas desaparecidas y no localizadas aumentaron 18% y los delitos contra la vida crecieron 2.6%.

El informe mensual de México Evalúa subraya otro problema de fondo: la incapacidad de muchas fiscalías y policías locales para registrar adecuadamente los homicidios o incluso identificar los cuerpos. Esto sin contar con el perfeccionamiento de las tácticas del crimen organizado para ocultar o desaparecer cadáveres, una tendencia que crece desde el sexenio anterior.
“El número de asesinatos puede bajar, pero los cuerpos siguen sin aparecer”, señala el documento, con un llamado a mirar más allá de las cifras nacionales y observar las dinámicas locales. En 20 de las 32 entidades federativas —dos tercios del país—, las tasas de violencia homicida presentan balances negativos. En estados como Sinaloa y Ciudad de México, el aumento en esta categoría rebasa el 67% respecto al año pasado.
Baja California, Sinaloa, Morelos, Tabasco y Quintana Roo encabezan la lista de las entidades más violentas por cada 100 mil habitantes. Y si bien la presidencia cambia, el patrón persiste: desde el sexenio de López Obrador, los homicidios dolosos bajaron mientras aumentan las desapariciones, como si la violencia solo hubiera aprendido a esconderse mejor.

Frente a este panorama, México Evalúa no solo critica las cifras maquilladas. Exige un enfoque más honesto y completo que considere todas las formas de violencia, incluyendo aquellas que no dejan rastros a simple vista.
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