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David, niño rarámuri de 3 años, muere tras caer a pozo en desuso en Chihuahua

Cuauhtémoc, Chihuahua.— La esperanza se mantuvo viva durante horas, pero el desenlace fue devastador. David, un niño rarámuri de apenas tres años, murió tras caer a un pozo agrícola en desuso, de más de 100 metros de profundidad, ubicado dentro de una huerta manzanera en esta ciudad agrícola del estado de Chihuahua.

El accidente ocurrió la tarde del 6 de junio, cuando el pequeño, hijo de trabajadores agrícolas indígenas, cayó en un pozo de apenas 30 centímetros de diámetro, sin sellar ni señalización alguna. A las 6 de la tarde se activó la alerta, y una hora después los bomberos lograron verlo con vida a través de una cámara especial. Permaneció vivo cerca de cuatro horas.

Las labores de rescate no se detuvieron, y toda la comunidad siguió minuto a minuto el operativo con la esperanza de que David saliera con vida. Pero cerca de las 11 de la noche, su cuerpo fue recuperado sin signos vitales, jalado con una cuerda y un gancho.

La Fiscalía de Chihuahua identificó al menor como N.H.B., niño rarámuri de 3 años, parte de una familia jornalera que trabajaba en la huerta “Lizeth”, donde ocurrió el accidente. Ahora, el Ministerio Público ha abierto una investigación para deslindar responsabilidades por omisión de medidas de seguridad y posible negligencia de los propietarios del terreno.

El pozo no estaba tapado. David sí. Con tierra. Con dolor. Con la indiferencia de un sistema que sigue fallando a la infancia más vulnerable del país.

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