
Oaxaca y PC Federal ponen Marina en ruta de urgencia
Al filo del amanecer, mientras los últimos árboles tronchados bloqueaban el acceso a Corralero y Paso de la Garrocha, el gobernador Salomón Jara Cruz y la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, sellaron un compromiso de urgencia. Jara agradeció el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum y puso en marcha a la Marina y a la Coordinación Estatal de Riesgos para despejar carreteras y restablecer la comunicación terrestre en Pinotepa Nacional.
La escena, aún poblada de palmeras quebradas, dio paso a otro anuncio mayor: la limpieza y reforzamiento de los ríos La Arena y Verde, con muros y desazolves por 500 millones de pesos. Una cifra millonaria que, de ejecutarse mañana, podría evitar las inundaciones crónicas de esta costa.
Velázquez Alzúa, metida ya en terreno, reconoció que los vientos se cebaron contra el patrimonio de las familias: “El golpe a la vivienda es el más grave; haremos un censo para apoyar a quienes perdieron el techo”. Su elogio a la cultura de refugio oaxaqueña —“el saldo blanco es fabuloso”— contrastó con la urgencia de un conteo que definirá quién recibe láminas, colchones y kit de emergencia.
El acuerdo, suscrito en oficinas improvisadas junto al mar revuelto, deja claro un punto: la respuesta no puede esperar la próxima temporada de lluvias. Mientras el electorado mira con recelo la promesa de medio millardo en obras de agua, la Marina ya desplaza neveras, motosierras y lámparas de gasóleo hacia las agencias más golpeadas. En Pinotepa, la militarización del rescate podría convertirse en la medida definitiva para que “nunca más” un huracán selacione un pueblo al aislamiento.
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